¡Hay tiempo para todo!

 

Este domingo una chica de la selección sevillana mini fem nos comentó que se había levantado muy temprano para estudiar porque esa mañana tenía entrenamiento con la selección. Este es el claro ejemplo de responsabilidad que debe tener un niño que hace deporte. Saber que si está comprometido con un equipo no puede fallar porque no se organice bien el tiempo. ¡Hay tiempo para todo! Esta niña seguro que aprobará todos sus exámenes por el esfuerzo que realiza.

Después, por otro lado, tenemos a los padres que achacan que su hijo suspende porque no tiene tiempo para estudiar con el baloncesto. "¡La culpa es del deporte!". No nos equivoquemos, la culpa nunca es del deporte. Quien quiera pensar que el deporte es el causante de que un niño baje su nivel académico está muy equivocado porque es todo lo contrario. Se están quedando en la superficie y no ahondando para descubrir los verdaderos motivos.

El porqué de las cosas

¿Os suena esta situación?

Un equipo minibasket se lleva practicando toda la semana el bote, manejo de balón, bote de protección, de velocidad, dribla… los chicos van asimilando los conceptos. Llega el partido del fin de semana y cuando un pequeño coge la pelota usa el bote para irse del rival, cuando le llegan dos rivales a la vez también usa el bote para quererse ir de los dos, cuando le llegan tres a la vez nuevamente usa el bote para querer resolver ese problema. En ese momento el entrenador le dice: “¡¡¡Pasaaaaaa!!!”. El niño se queda con cara de “¿Queeeeeé?”.

El problema es básico y muy común. El chico sólo ha puesto en práctica lo que aprendió en los entrenamientos. ¿Cuál fue el problema? Que no sabía en qué momento emplear tales conocimientos adquiridos. El uso del bote. El entrenador (ficticio, entiéndanme) de este chico sólo les explicó el gesto técnico a los jugadores, olvidándose de enseñar lo más importante, el cuándo poder utilizarlo. “Pues mira, el bote debes usarlo sólo para meter canasta, para sacar la pelota de tu campo o para poder tirarte una mandarina” lo qué sea, pero que el entrenador lo explique.

Del todo a la parte al todo en todo

No es un juego de palabras ni nada por el estilo el título, es un método de secuenciación de la enseñanza que practico en mis entrenamientos. Primero una muestra del todo, después separamos ese todo en partes para poder trabajarlo mejor y finalizar con el todo de nuevo ya perfeccionado. Ya, ya, me falta el final del título ‘en todo’. Pues sí, en todo, es decir, este método se puede aplicar a muchas cosas. Yo citaré dos: la enseñanza y las correcciones.

Comencemos por la enseñanza, por ejemplo, de un sistema de ataque por conceptos. Lo primero que suelo hacer es plantearle un 5x0, totalmente guiado, para que ellos vean el objetivo final, la meta a conseguir. Una vez mostrado, pasaremos a secuenciarlo por partes. Por ejemplo podrían ser el primer pase lateral, la finta de recepción, los cortes,… Y para terminar, hacer un compendio de todas las partes para trabajarlo todo.

Diario de un curso de entrenador de baloncesto en Sevilla

Día 31 de Julio, tras un mes de de viajes a Alcalá de Guadaira y con un sinfín de clases a nuestras espaldas, finalizaron los diferentes cursos de entrenadores de baloncesto en Sevilla. Las caras agotadas del último día se convertirán, en poco tiempo, en otras ilusionadas por trabajar y poner en práctica todo lo aprendido durante estos días.

Los primeros días nos pusimos manos a la obra junto a Javier Fijo y Javier Pallares, con las clases de Acciones Técnico Táctica de Ataque y Defensa respectivamente. Fue un acierto comenzar con profesores con tanto bagaje que daban al debate entre los entrenadores el tiempo que fuese necesario. La flexibilidad en los contenidos fue clave y sobre todo la negación de las verdades absolutas. “Yo pensaré una cosa y vosotros puede que otra, de eso se trata esto, de que reflexionemos sobre el baloncesto”, nos comentaba Javier Fijo. “No copiar sin adaptar, robemos detalles” decía Pallares.

Permite que tus jugadores te critiquen a la cara

A final de temporada siempre tenemos una pequeña charla con todos nuestros jugadores. Hacemos una valoración conjunta de cómo fue el año y también entramos en una crítica individualizada en la que participa el entrenador y también todos los compañeros. Pero no sólo se hablan de los jugadores y del equipo, también permitimos que sean un poco duros con nosotros, con el entrenador. Les decimos: “ahora que todo ha terminado, podéis decirnos todo lo que pensáis”. Es ideal que este intercambio de opiniones entre jugador y entrenador se desarrolle durante la temporada pero el temor del jugador a realizar una crítica negativa hacía el entrenador les suele pesar mucho.

La temporada pasada, en estas charlas finales con mis jugadores, descubrí algunos fallos míos como entrenador. Es decir, mis jugadores hicieron de mí un mejor entrenador. Comentaban que me explayaba demasiado en las explicaciones, que perdíamos mucho tiempo. Este año, esa queja no se ha repetido, por lo que entiendo que he mejorado en ese apartado. ¿Sabéis que me dijeron este año?

Planteando problemas a los jugadores

Sí, no se asusten con el título, dice “plantear problemas a nuestros jugadores”. Problemas que tienen que intentar resolver. Retos que les proponemos para que se esfuercen. Objetivos que hagan al jugador crecer en independencia. Ya os hablé en otro artículo (¡Dejen pensar a sus jugadores!) de la dependencia que cogen nuestros jugadores cuando nosotros, los entrenadores, les resolvemos todos los problemas. Antes os hablé del mal causado, ahora os comentaré el cómo poder combatirlo para que juegue a nuestro favor.

Mejora del baloncesto de formación en Sevilla

El baloncesto sevillano en edades de formación está lejos del nivel deseado. Es un hecho. Ahora, ¿Qué podemos hacer? Lo primero reconocer el nivel como muchos ya hemos hecho y después ponerse a trabajar con medidas comunes para arreglar los mismos problemas existentes en todos los sitios de Sevilla. Ayer inicié un debate vía twitter donde numerosos entrenadores dieron su opinión sobre el tema. Más de 100 menciones hubo en pocas horas. Las ganas por querer mejorar están latentes.

Necesitamos reunirnos entrenadores sevillanos. Hablar de problemas comunes. Emprender un camino para la mejora del baloncesto en Sevilla.
— Antonio Acuña (@Anacro11) 3 de abril de 2013

En el FORO (arriba, debajo del título, a la derecha) os he dejado la mayoría de los tuits. Allí podréis seguir aportando con vuestros comentarios o en twitter con el hashtag #BasketSevillano.

La elección del baloncesto

En este cuaderno de bitácoras he escrito sobre mis vivencias como entrenador. El último artículo las basé en la realidad que viví en el campeonato de España alevín e infantil. Como la mayoría de los entrenadores jóvenes, yo también soy jugador, por lo que os quiero narrar una cosa tan importante en mi vida como fue la elección de este deporte como acompañante de lujo.

No recuerdo quién me dijo que de pequeño tenías que conocer todos los deportes. Me lo tomé al pie de la letra. Comencé haciendo balonmano. Dicen que es bueno tener al balonmano como predecesor del baloncesto por el tema del agarre del balón y otra serie de factores. Después comencé mi andadura como tantos niños pequeños por el fútbol. Pero no sólo fútbol porque este lo compaginaba con tenis. También había probado voleibol y por supuesto todos los veranos y los sábados por la mañana de invierno tenía natación. Muchas cosas para un mocoso. Tenía que elegir.

Campeonato de España Minibasket e Infantil desde la grada

Escribo recién llegado de Cádiz. Creo que sí lo hago ahora podré transmitir mejor lo que he vivido en los campeonatos de España Minibasket en San Fernando e Infantil en Chiclana y Puerto Real. Cinco días de baloncesto han dado para mucho, principalmente para enriquecerme junto a frikis de esto como me decía el padre de un jugador de la selección minibasket masculina de Madrid. No lo he vivido en primera persona, pero he disfrutado igualmente. Me he perdido muy pocos partidos de las selecciones andaluzas. También he podido ver algunos de otras comunidades autónomas. Lo que el tiempo y el agotamiento permitían. Allá voy con mis impresiones de los campeonatos.

Cuando un ejercicio sale mal

A todos nos ha pasado alguna vez que has planificado un ejercicio sobre el papel y te lo has imaginado de una manera pero que en la pista salió de otra. He de reconocer que cuando era más pequeño me solía ofuscar mucho y cambiaba rápidamente de ejercicio sin antes maldecir a todos los dioses conocidos para mis adentros. Mis jugadores sabían de mi problema y lo intentaban solucionar con menor o mayor acierto. Ya reconocí que también fui un deformador.

Al menos reconocía mi error. Muchas veces esta autocrítica no la hacemos y llegamos a culpar a nuestros jugadores de que el ejercicio no salga bien. Antes de exigir más a tus jugadores en este apartado, certifícate que tu explicación fue la correcta y que los datos que diste fueron los adecuados.

¡Dejen pensar a sus jugadores!

Hay entrenadores que los ves en el banquillo pero donde realmente se piensan que estan es en el sofá de su casa, con la Play Station delante y jugando al NBA 2K13. “Tira, pasa, rebote, pero ¿Por qué no defiendes?” y un largo etcétera. ¡Queréis dejar a los jugadores pensar! ¿No veis que no le estáis aportando nada solucionándole siempre los problemas y resolviendo los conflictos ustedes por ellos? Ojalá alguien me hubiese dicho esto a mí en mi primer año como entrenador. Recordar que baso este blog en mis vivencias como entrenador.

Ya os confesé que yo también he sido un deformador. Pues en mi primer año además de ser un deformador fui también la típica mamá pesada de “ponte el abrigo que refresca… en pleno verano”. A continuación os comento mis andanzas como entrenador con el infantil masculino del Real Círculo de Labradores.

Yo también he sido un deformador

Los entrenadores tendemos con mucha rapidez a juzgar el trabajo ajeno. Que si este pone zona en alevines que si aquel otro sólo sabe hacer bloqueos directos con los infantiles. Siempre tenemos claro lo bien o lo mal que lo hace nuestro vecino pero a nosotros mismos no nos miramos nunca. Suponemos que nuestro trabajo es el adecuado. No nos sometemos a análisis propios o a críticas externas. “¿Deformador? Sí, sí, hay muchos.” ¿Y tú? ¿Nunca lo fuiste?

Si visionáis mis artículos en el blog parece que soy un entrenador modelo, que nunca me equivoco. Para nada, sólo que expuse algunos ejemplos positivos vividos que me parecen interesantes. Ahora toca uno negativo y también de carácter técnico. Trataremos la defensa individual al hombre con balón. 

¿El primer paso con la derecha o con la izquierda? Detalles de las entradas a canasta

Llevo tres artículos, con este cuatro, y ya he contado algunas realidades de mí día a día como entrenador de baloncesto. El blog parece mi particular cuaderno de bitácoras. Comencé la andadura en este blog con la responsabilidad que me recordó tener como entrenador un jugador al romper su hucha para pagar la cuota. Continúe con la problemática existente en demasiados pueblos por culpa de los ‘mal llamados entrenadores de pueblo’. El último escrito que hice fue para las minis femenino de mi club y su deseo de aprender. Tenía ganas de escribir algún artículo de carácter técnico y desligándome un poco de mi club. Allá vamos.

El pasado domingo asistí como colaborador a la primera concentración sevillana de categoría alevín celebrada en Tomares. Estuve con las jugadoras de primer año. En la explicación previa a la realización de entradas a canasta por la izquierda tras bote a todo campo se les preguntó a las pequeñas: "¿El primer paso con qué pie hay que darlo?". Unas dijeron que con la izquierda y otras con la derecha. Me quedé esperando una respuesta, sobre todo de mis dos alevines que asistieron, pero no la encontré.

¿Qué enseñar primero? El deseo

Muchos entrenadores cuando entrenamos a un grupo que está comenzando nos hacemos la misma pregunta, ¿Por dónde empezamos? Tenemos claro que la idea que prevalece es el disfrute de nuestros jugadores pero también el propio. Las minis femenino de mi club, el C.D. Jacarandá Brenes, me sorprendieron recordándome que es lo primero que todo jugador debe tener para poder seguir avanzando. Estoy hablando del deseo.

Comienzo desde el principio. Durante el inicio de semana estuvimos trabajando las entradas a aro pasado. A la mayoría no les salía aun, algunas más avanzadas si lograban hacerlo. Los entrenadores explicamos los pasos a seguir y las correcciones durante el entrenamiento. Prácticamente lo tenían asimilado. Sólo tenían que ponerlo en práctica y poco a poco, puliendo detalles, lograrían aprenderlo.

El mal llamado entrenador de pueblo

La provincia sevillana está avanzando a buen ritmo tanto estructuralmente como deportivamente. Con los pueblos tengo un ojo clínico para saber si se están haciendo las cosas relativamente bien o mal. Sólo tengo que saber si la contratación de entrenadores depende del Ayuntamiento en cuestión o de un club con cierta independencia. Si el club está creado desde el Ayuntamiento y es este quién lo maneja al antojo de los políticos, tampoco sirve como club independiente con propias decisiones.

No generalizo, sólo es un alto porcentaje, pero si os fijáis, normalmente en los pueblos que no tienen una estructura de club de baloncesto creada, los "entrenadores de baloncesto" no tienen mucha idea de este deporte. Son los llamados ‘monitores deportivos’ que a determinada hora dan baloncesto, después dan fútbol sala para terminar dando atletismo. Son los técnicos deportivos de confianza de los Ayuntamientos, que les pueden salvar la papeleta en diversas áreas sin tener una cualificación adecuada.

Depósito de confianza

En Brenes, lugar donde entreno, la práctica deportiva del baloncesto era gratuita hasta esta temporada que por diferentes motivos se ha tenido que introducir una pequeña cuota. Uno de mis jugadores júnior que también participa en el equipo senior, a principio de temporada realizó el pago con un montón de monedas de todos los colores. Le dije en tono broma, "¿Qué has roto la hucha?". Y me contestó, "sí, lo he tenido que pagar de mi dinero, mis padres no me lo dieron".

La responsabilidad que siente un entrenador con sus jugadores es enorme. Nos vemos involucrados en la consecución de sus objetivos, en la lucha por sus metas. No hablo sólo del ámbito deportivo. Al realizar el pago con el dinero de su hucha no sólo está depositando la cuota del club, sino también su confianza. El mayor logro a alcanzar es la ansiada felicidad.

No dirigimos su futuro ni mucho menos. No tomaremos las decisiones importantes, nada de eso. No le acompañaremos al camino correcto si él está empeñado en cruzar por la peor travesía. Pero sí estamos obligados a ponerles el mejor marco posible para que todas estas decisiones que emprendan los jugadores sean lo más bienaventuradas posible.