viernes, 2 de agosto de 2013

Diario de un curso de entrenador de baloncesto en Sevilla


Día 31 de Julio, tras un mes de de viajes a Alcalá de Guadaira y con un sinfín de clases a nuestras espaldas, finalizaron los diferentes cursos de entrenadores de baloncesto en Sevilla. Las caras agotadas del último día se convertirán, en poco tiempo, en otras ilusionadas por trabajar y poner en práctica todo lo aprendido durante estos días.

Los primeros días nos pusimos manos a la obra junto a Javier Fijo y Javier Pallares, con las clases de Acciones Técnico Táctica de Ataque y Defensa respectivamente. Fue un acierto comenzar con profesores con tanto bagaje que daban al debate entre los entrenadores el tiempo que fuese necesario. La flexibilidad en los contenidos fue clave y sobre todo la negación de las verdades absolutas. “Yo pensaré una cosa y vosotros puede que otra, de eso se trata esto, de que reflexionemos sobre el baloncesto”, nos comentaba Javier Fijo. “No copiar sin adaptar, robemos detalles” decía Pallares.

El “¿Quién es ese? O “¿Dónde entrena aquel?” de los primeros días entre los compañeros se convirtió en un grito de guerra, “1, 2, 3,… nivel 2”, antes de los exámenes de los Javieres. El nerviosismo lógico previo nos unió y rompió todas las barreras iniciales de timidez entre los compañeros, dejando un encomiable marco de compañerismo en aquellos exámenes. Todos nos ayudábamos, la cohesión fue ejemplar.

Los profesores dejaron un alto nivel en cada clase y algo con lo que remover nuestros pensamientos, para así poder añadir o desechar de nuestra filosofía como entrenadores, todavía en construcción. “Si no tienes una filosofía como entrenador, tienes que crearla”. La pasión que nos transmitía Raúl López, el amplio conocimiento y la experiencia de Pepe Lorente sobre la preparación física, los relatos de Carlos Herranz, la buena coordinación del director del curso Carlos Álvarez-Ossorio, las primeras clases de Pablo Suarez… Francisco Gómez dio verdaderos recitales en sus clases, súper preparadas como las de observación del juego con los vídeos de los partidos o las de psicología y bases psicopedagógicas que nos hacían ver lo novatos que todavía somos en demasiados aspectos.

Pasar un rato con Antonio Herrera -profesor de Sistemas de Ataque- y darte cuenta la importancia de los detalles. No paraba de darnos pinceladas sobre el contraataque, llegar jugando, ataque a zonas,… y pensar nosotros “¡Pero cómo puede haber toda esa cantidad de detalles en estas acciones!”. Y además, como nosotros mismos éramos quienes hacíamos los ejercicios para contemplarlos, nos insistía y repetía en cada fallo. Cuán importante es la colocación del entrenador y la visión de este en cada momento para poder así detectarlo todo.

Alfonso Rubio nos desgranó muchos aspectos del juego en dirección de equipos/juego y planificación. Y también nos pudo comentar sus experiencias dentro de Cajasol, tan enriquecedoras para nosotros. A la clase de Reglas del Juego con Gonzalo Pérez llegábamos muy cansados porque fue de las últimas del curso, tampoco era de las asignaturas preferidas, pero cuando salimos de ella todo el mundo dijo que estuvo bastante interesante e incluso alguno se plantea sinceramente ser árbitro para la próxima temporada.

Durante el curso los entrenadores hemos tenido numerosos debates enriquecedores como el uso del bote, las salidas para contraataque, a partir de que hay que usar tal pero sobre todo el tema del 'zoneando', tan propicio aquí en nuestra ciudad. A todos los profesores les preguntábamos sus ideas sobre ayudas laterales, ayudas lado débil, flotar, categorías,... y cada uno daba su versión, al igual que cada uno de nosotros teníamos la nuestra. Cuestión de miras. Lo importante es el motivo de las cosas. Argumentar un porqué.

La última clase, la de Nuevas Tecnologías, sólo nos dejó la fricada del curso que además con tan mala suerte que me tuvo a mí como protagonista. Tenía que grabar un vídeo vendiéndome como entrenador. Me lo tomé con la seriedad que se pudo y para adelante. Las risas fueron una constante durante esa clase, nos lo pasamos bastante bien, necesitábamos desconectar. La única víctima de esa clase fue mi reputación que caería bajo suelos por tal ridículo ‘ja ja ja’. Pero como vergüenza tengo poca, a continuación os dejo el vídeo.


Se acercaba el final del curso. Es inhumano hacer 13/14 exámenes en un intervalo tan corto de tiempo (cosas a cambiar para próximos años), pero bueno, tocaba demostrar conocimientos y así lo hicimos. La tensión es necesaria, el grupo de whatsapp que teníamos los compañeros del curso ardía cada mañana antes de los exámenes. Al final, todos muy contentos con el resultado.

De este curso saco muchas cosas de los profesores pero sobre todo de mis once compañeros, con los cuáles he compartido buenos ratos de baloncesto, aprendiendo de cada uno de ellos. Mi filosofía ahora abarca mucho más gracias a Firas, Jesús, Pablo, Migue, Miguel Ángel, Tomás, Juanma, Chej, Guille, Germán y Nata. Gracias a todos por esta experiencia. A seguir aprendiendo.

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